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Como decía antes, la etapa radial fue de apertura total y gracias a una gran persona, que me abrió las puertas de la prensa escrita, a quien siempre le debo esa oportunidad, que me brindo para poder ampliar mas el contenido del programa radial. El Sr. Hugo Fernández, Director del suplemento, Fin de Semana, de la Sociedad Editora Uruguaya, "El Diario De La Noche" al que conocimos, por las casualidades de la vida. Él me solicita, que elabore, una historia sobre la trayectoria de Los Iracundos.-Y a nosotros se nos ocurrió, que ellos mismos relataran estos capítulos. Fue un trabajo especial, y durante un tiempo, nos dedicamos a entrevistar uno a uno, a los integrantes, los cuales amablemente se prestaron para contar toda su trayectoria, pero cada uno estaba encargado de contar una etapa, o sea, desde los comienzos a tal periodo. Relata Hugo Burgues, esto a modo de ejemplo, Eduardo Franco otra etapa, Pepito Leoni, Juano, Febro y Bosco, completaron la historia. A continuación, Uds. podrán tener, y ver todos los capítulos, tales como fueron publicados en el Diario De La Noche, el medio más importante de la ciudad de Montevideo, de circulación vespertina, por aquellos días | |||
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Eduardo Franco, Momy y Daniel Escondeur.- 8 Marzo, 1984. Grabando para el show de Los Iracundos, el aporte de Eduardo Franco a la historia que a continuación presento... |
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Así Comenzó la historia... Hace algunos años atras, en oportunidad de entrevistar al conjunto uruguayo "Los Iracundos" Daniel Escondeur (que tenía a su cargo un espacio radial que domingo a domingo promovía la música del sexteto sanducero) vio la posibilidad de realizar una serie de notas sobre la historia de estos emprendedores músicos que hicieron conocer el nombre de Paysandú a lo largo y ancho del mundo. La primera palabra recogida fue la de Jesús Febrero (Febro) - encargado de los teclados dentro del grupo, que desde sus comienzos mantiene igual formación - , con quién encara en la presente nota el relato desde fines de los años cincuenta cuando se vislumbra el comienzo de la historia . |
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La Historia de Los Iracundos (1ª. Parte) | |||
Si me remonto en la noche oscura de mi memoria, narra Febro, en aquella época en la de la música, nace en nosotros, mientras cursábamos secundaria en un colegio religioso de la ciudad de Paysandú. Recuerdo que un profesor, nos inculcó el amor por la música en cuatro de nosotros, (a Leonardo y Eduardo Franco, a Hugo María Burgueño y a mí) y nos enseño los primeros secretos de la misma, de tal manera que nosotros podíamos juzgar aquello tan lindo. Luego, los cuatro que comenzamos en esa época, empezamos a reunirnos para fomentar nuestra pasión por lo que nos acababa de inculcar aquel recordado profesor de Música, Angel Ernesto Benitez (periodista, locutor y profundo conocedor de la música de Paysandú, maestro musical en el liceo del Colegio, actualmente en Montevideo y que es la "voz" de la Cadena ANDEBU), a quién añoro con mucho cariño, dado que fue una persona muy importante en nuestra carrera, quizás el fundamento - viva por haber brindado todo ese conocimiento -. Hace años que no se nada de él. Si el toma contacto con ésta nota, realmente me encantaría poder comunicarme nuevamente con Angel Ernesto Benitez. Nuestro primer conjunto más bien fue una aventura de aficionados. Allí apareció otro personaje muy importante en nuestra vida. Fue el doctor de Paysandú ya desaparecido y creador de nuestras posibilidades musicales, y precisamente ésta profesional, que tenía mucho dinero, nos compró nuestros primeros equipos en forma desinteresada y con ellos pudimos realizar nuestra presentación pública inicial. Me acuerdo que teníamos una guitarra eléctrica, que debe haber sido una de las primeras en América del Sur, porqué todavía no se veían instrumentos de ese estilo. Por supuesto que quién la tocaba era Pepito. La segunda era una guitarra acústica reforzada por dos micrófono importados, de muy bajo rendimiento. Era lo único que se podía conseguir. La batería, algo rudimentario, un piano armónico, otra guitarra (tipo folclórica), un contrabajo de madera, tan gordo, como quién lo tocaba, (como las orquestas típicas). En fin, todo esto estaba complementado por una amplificación ínfima. De esta manera, estábamos en nuestro primer escenario, el de una institución
deportiva. Allí nace nuestra primera gran sorpresa. Sentíamos la magia y la
fuerza del público y nos dimos cuenta que lo que estábamos haciendo, podía
llegar a tener sentido, y quizás a prosperar en el futuro. Aparte de ser ya
los seis músicos que todos conocen, se sumó un séptimo "Iracundo", quién tenía
mucha técnica a nivel musical, cantaba y tocaba la guitarra. Su nombre, José
María Brunini, el iracundo lobizón (séptimo), estuvo un año y medio con nosotros,
y por razones de trabajo, dado que él se dedicó a los números se retiró. |
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